domingo, 25 de diciembre de 2011
Extravagancias de los filósofos antiguos
Heráclito de Éfeso, poco antes de su muerte por el 480 A.C., vivía en las montañas como un eremita, no quería ver a nadie, la humanidad de producía una profunda antipatía. Sostenía que el género humano era bestia irremisiblemente hipócrita, obtusa y cruel, al cual no valía la pena enseñarle nada.
Sus meditaciones están reunidas en un libro titulado "Sobre la Naturaleza", que cuando estuvo terminado depositó (Heráclito) en el templo de Artemis, la diosa de la caza, para la desaparición de la posteridad, que debió devanarse los sesos para comprender algo.
Según Russell el desprecio por los hombres era tal que escribió de un modo que nadie podía comprender, de ahí el mote del "Oscuro de Éfeso" que ostentaba Heráclito.
Pero en realidad peor todavía, el libro se empezó a perder de a partes o tal vez fuese así, un libro que nació "ruinoso".
En la montaña Heráclito se alimentaba con hierbas recolectadas al azar en sus caminatas, Heráclito decía que nada podía interponerse entre las plantas y él, "cortarlas no implica el menor comercio entre los hombres".
Con aquél régimen terminó por perder la salud, se le hincharon las piernas y las manos, se le hincharon también los tejidos los cuales estaban repletos de agua por lo que sufría hidropesía (retención de líquidos).
Había que encontrar un remedio antes de que el alma perdiera la sequedad que la constituía, Heráclito bajó de la montaña y pidió ayuda a los eruditos, que según se conjetura vivían al pie de la montaña.
Heráclito les preguntó a los sabios que debía hacer, si el alma era la emanación de un fuego perenne, mantener la presencia de esa agua en el cuerpo era perjudicial, los sabios lo escucharon y le aconsejaron reposo.
Heráclito volvió a abandonar la ciudad y acompañado por sus sirvientes intentaba transpirar al calor del día... transpiraba pero no se curaba. Finalmente se detuvo cerca de un establo y dio la orden de que le cubrieran el cuerpo con estiércol y lo dejaran al sol, nadie había ordenado algo semejante.
Heráclito creyó que cubierto de bosta y al sol, la humedad del cuerpo pasaría violentamente hacia la capa de desperdicios. Pues entonces lo untaron, hasta que no se vieron más que los ojos de Heráclito.
Se murió finalmente asfixiado...
Aristóteles como bien sabemos quiso organizar antes de morir, la totalidad del saber, para eso debía trabajar sin interrupciones. Comenzó por comer mientras leía, después enseñaba en las caminatas de un sitio a otro, una especie de proceso peripatético, pero
en este caso hijo de la falta de tiempo, no a la creencia de que el recorrido es más propicio al aprendizaje como hizo uno de sus discípulos.
Tenía siempre sobre su mesa varios rollos abiertos al mismo tiempo, fichas de papiros siempre preparadas, dos escribas a su disposición para dictarle, y se impuso pasar de un estudio a otro varias veces durante la jornada para evitar el tedio. Pero eso no alcanzaba para catalogar el saber general, para reflexionar y escribir era necesario reducir las horas del sueño, entonces inventó un aparato para robarles horas al sueño. Se trataba de un instrumento de estímulo y tortura, era un mecanismo de despertador con el que se infringía así mismo tensiones. Aristóteles creía que al sueño se le podía ganar, o al menos se le podía ganar una o dos reflexiones más.
A la noche un esclavo sin siquiera hablarle desde luego, llegaba hasta la mesa de trabajo de Aristóteles y colocaba sobre su mano izquierda una bola de bronce, en el suelo justo donde caía la misma había una especie de gong, una lámina metálica, cuando Aristóteles la bola caía haciendo un gran estruendo.
Cierta vez la bola cayó sobre el metal, pero el pensador no pudo despertarse porque había muerto.
No pudo robarle a la muerte unas últimas líneas
Platón viajó a Egipto, y allí abrieron los sacerdotes para él ciertos papiros sagrados, además llego a Cirenaica, Negara, Siracusa. Platón esperaba encontrarse con los pensamientos de Pitágoras, sabía que aquel maestro había detentado conocimientos esenciales sobre el orden del universo, sobre la arquitectura interna y sobre la detección del alma.
Pero las enseñanzas permanecían en el más estricto secreto, ya se sabe el cuidado que tenía Pitágoras con los secretos, por ejemplo los Pitagóricos habían descubierto la esfera de doce pentágonos, que como ustedes saben es el dodecaedro.
La comunidad Pitagórica había sido destruida ya, los alumnos dispersos, callaban. Platón olló hablar de un cierto Finolao, un médico que había vivido en Crotona, la ciudad donde Pitágoras había estado bastante tiempo, y que supuestamente había consignado lo esencial de las enseñanzas de Pitágoras, en tres obras, nadie parecía haberlos leído, ni visto. Algunos decían que esos libros no podían existir.
El griego y tirano Dionisio gobernaba Siracusa, y Platón se hizo amigo, y en la corte se encontró con alguien que sabía donde se encontraban los pariente de Finolao. Al llegar hasta allí ya no se encontraba éste pero si sus recuerdos y sus escritos que fueron mostrados a Platón.
Platón notó que esta gente no sabía de qué se trataban esos rollos, ni el saber que tenían. Intentó comprarlos por doscientos talentos, que era muchísimo dinero, pero los pariente de Finolao le pidieron setecientos, pero Platón ofreció seiscientos jugando con la ignorancia de esa gente y se los llevó. Los familiares quedaron un poco asustados porque Platón les dijo que todos aquellos que se enteraban de los secretos Pitagóricos se morían.
Platón se retiró de allí creyendo que por pocas monedas, se llevaba la explicación de los secretos del universo, cuando llegó a la casa de Dionisio de Siracusa revisó los rollos.... decían solo giladas.
Extraído de La Venganza será Terrible.
sábado, 10 de diciembre de 2011
La Isla de la muerte
¿Quiénes eran los kulaks? Pues se trataba de cualquier ciudadano que poseía tierras para producir. Muchos eran pequeños agricultores y campesinos soviéticos que conservaron pequeñas parcelas y contrataban trabajadores. A ellos se los condenaba, deportaba y se los consideraba “enemigos del pueblo”, ya que a las autoridades les recordaban a los antiguos terratenientes y hacendados rusos, y los veían como un peligro de la dictadura del proletariado.
Y así empezaron las purgas, las mismas que se acentuaron en 1932, ya que el deseo original de Stalin era llevar mano de obra y hacer productivas las tierras de Siberia y Kazajstán. Obviamente esto no era ningún premio, era el peor de los castigos.
En esta campaña de limpieza y “reasentamiento”, fueron detenidas más de 50.000 personas indocumentadas, especialmente de Moscú y Leningrado (actual San Petersburgo). Generalmente eran mendigos, delincuentes de poca monta, gitanos, pero en su gran mayoría eran personas que habían sido despojadas de sus tierras y que tuvieron que emigrar a la ciudad.
El problema se agravó cuando las autoridades sintieron premura por colonizar Siberia y Kazajstán, y por medio de la GPU (policía secreta soviética), se apresaron a miles de ciudadanos con el pretexto de los controles de pasaporte. Estas redadas se llevaron a cabo de forma tan abrupta, que la mayoría de detenidos eran personas que sí tenían su pasaporte, pero fueron capturadas por encontrarse en la calle, en la estación, o por estar haciendo “nada” literalmente. Fueron apresados ciudadanos comunes, transeúntes, profesores universitarios, profesores, pintores, tanto hombres como mujeres, para ser reubicados en las estepas siberianas. En el libro del historiador Ígor N. Kuznetsov se exponen casos concretos como este:
“Golenko Nikífor iba con su hijo por tren, el cual hizo escala en Moscú y durante la parada fue detenido en la estación sin motivo alguno. Sí tenía pasaporte.”
Hace poco se hizo pública una carta desclasificada después de 70 años, en la cual un subalterno le informa a Stalin acerca del arribo a la isla:
“Entre el 20 y 30 de abril de 1933, desde Moscú y Leningrado fueron enviados para la solución de trabajo dos grupos de individuos de subclase (se refierían así a los indocumentados), en total 6.144 personas. Este contingente llegó a Tomsk, se los puso en barcazas y fueron trasladados a la isla de Nazino. En la isla no había ninguna herramienta, ni edificios, ni semillas, no había ni una migaja de comida. El 19 de mayo empezó nevar debido a la rosa de los vientos, y las heladas se apoderaron del lugar. Fue cuando la gente comenzó a morir. Muchos de ellos murieron alrededor de las hogueras mientras dormían, agotados por el frío y la humedad. El equipo de sepultureros enterró durante el primer día 295 cadáveres.”
Los afortunados que lograron conseguir un poco de harina, lo hicieron en sus sombreros, sacos, abrigos, etc. El problema era que en esa remota isla a duras penas habían logrado encender fogatas, y obviamente no había hornos, así que en su desesperación corrieron a mezclarla con el agua del río y se la comieron así nada más. Las consecuencias no tardarían en llegar, ya que enseguida se propagó un brote general de disentería y fiebre tifoidea, lo que acabó de diezmar a los deportados. Los pocos que aún se mantenían con fuerza trataron de escapar cruzando el río, trataban de nadar sujetándose a viejos troncos, pero en seguida eran acribillados por los guardias, y los que no fueron alcanzados por las balas, murieron arrastrados por el río.
Y ahí fue cuando empezó lo peor, la gente tuvo que recurrir al canibalismo como medida de supervivencia. Uno de los pocos sobrevivientes de la isla, que en aquel entonces tenía 13 años recuerda:
“La gente moría por todas partes, se mataban entre sí. Entre los prisioneros recuerdo a una bonita joven deportada que estaba siendo cortejada por uno de los guardias. Aprovecharon un momento en que él se había ido y la atraparon, la ataron a un árbol, y aún estando viva empezaron a cortarle trozos de carne de su cuerpo. Se la comieron totalmente, estaban desesperadamente hambrientos. Cuando uno caminaba a lo largo de la isla, podría encontrarse con trozos de carne humana envuelta en telas y harapos, tiras de carne humana fileteadas secándose al sol, colgadas de los árboles. Todo el terreno estaba lleno de cadáveres.”
Fuente: http://www.sentadofrentealmundo.com
martes, 6 de diciembre de 2011
Libros mágicos y extraños
domingo, 4 de diciembre de 2011
Sacrificios humanos en la historia
La Biblia contiene un relato acerca de un sacrificio humano no consumado,cuando Yahvé ordena a Abraham ofrecerle sacrificio a su hijo Isaac en un monte ceremonial (Génesis 22:1-19). Abraham se dirigió con Isaac hasta el monte sin decirle que él sería el sacrificado y luego de que éste juntara la leña para el holocausto lo ató, lo puso sobre el altar y se dispuso a degollarlo con un cuchillo. En ese instante fue detenido por Dios quien le dice que no mate a su hijo porque «ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único».
Otro ejemplo de sacrificio humano en el Antiguo Testamento es el de Jefté. Jefté promete a Yahvé sacrificar en su honor a el primero que salga a recibirle a su regreso si le ayuda a vencer a los Amonitas (Jueces 11:31). Al regresar victorioso es su propia hija la que sale a recibirle y Jefté cumple su promesa con Yahvé.(Jueces 11:39) Sin embargo algunas corrientes religiosas cristianas afirman que el sacrificio solo era simbólico y realmente significaba que ella sólo sería apartada para servir en un tabernáculo (Éxodo 38:8) y no privarla de la vida tal como lo hacían los cananeos a sus dioses (Levítico 18:21). El relato de Jueces 11:36-40 da la base para comprender que la hija de Jefté no habría sido sacrificada, si no que efectivamente fue llevada para el servicio dentro del templo de Jehová.
En el islam, de acuerdo con el relato que hace el Corán, Ismael era el heredero de Abraham y fue a él a quien estuvo a punto de sacrificar. La enseñanza del sacrificio de primogénito es una imagen que habla acerca de entregar lo más preciado por amor y obediencia a Dios.
La práctica mencionada varias veces en La Biblia de cumplir la orden de Yahvé de matar a todos los habitantes de una ciudad, o variantes de la misma, como matar a todos los seres humanos pero no los animales, o solo los humanos, o solo los adultos, ha sido considerada por algunos estudiosos [cita requerida] como un acto de complacer al voluntad de Yahvé, y por lo tanto una forma de sacrificios humanos. Al Rey Saúl se le quitó su reino por no cumplir esos procedimientos ordenados por Yahvé. No obstante algunas ocasiones conservaban a las mujeres vírgenes como botín de guerra o para poder tomarlas en matrimonio. Con el paso de los antiguos habitantes del reino sureño de las dos tribus se volverían al culto de dioses fenicios llegando algunos, tal como fue el caso del rey Manasés al sacrificar a sus hijos mediante fuego a Baal (2 Crónicas 33:1-20)Existe evidencia de que el sacrificio humano fue practicado por diferentes culturas del Antiguo Medio Oriente y Norte de África. Durante algunas épocas del Antiguo Egipto, se sacrificaron sirvientes y oficiales para que fueran sepultados junto con el faraón recién fallecido, de modo que pudieran servirle en el más allá. Por otro lado, la Biblia, además de diversas fuentes grecorromanas se refieren a los sacrificios de infantes realizados por ciertos pueblos, como tribus de cananeos, fenicios y algunos israelitas. Estos sacrificios habrían sido realizados mediante fuego, quemando a las víctimas para obtener el favor y la protección de los dioses. El mismo tipo de sacrificio ha sido adjudicado a los cartagineses, quienes eran descenientes de los fenicios. El Corán también menciona que el sacrificio humano habría sido practicado por algunos pueblos semitas preislámicos de la Antigüedad.
En los palacios reales de Abomey, en Benín, Africa Occidental (sitio reconocido por la UNESCO como patrimonio de la humanidad), se puede visitar un templo con la tumba de 42 esposas del rey Guezo que, en 1858, al morir accedieron a ser sacrificadas para ser enterradas vivas con el monarca, luego de haber bebido un líquido que facilitara sus muertes.
Los griegos, romanos, celtas, cretenses, vikingos y otros pueblos bárbaros europeos, realizaron sacrificios humanos. Es célebre el caso de Agamenón, personaje de Esquilo, que, al partir para la guerra, para obtener vientos propicios de los dioses, decide sacrificar a su hija, Ifigenia, de belleza excepcional. Como en el relato bíblico del sacrificio de Isaac, Ifigenia es salvada en el último momento. Roma prohibió los sacrificios humanos en el año 97 a. C. e intentó imponer la prohibición en toda Europa con éxito diverso. Sin embargo las prácticas romanas de sangrientas muertes circenses, constituyen un derivación de los sacrificios humanos que pasaron de manera diversa. También en el Imperio romano la extendida práctica de matar a los hijos (filicidio) se relacionaba con la patria potestas que autorizaba a los pater familias a «vender, matar, ofrecer a los dioses, subordinar a cualquier ocupación y devorar a los hijos»
El sacrificio humano en las diversas teocracias del mundo Mesoamericano está documentado tanto por los códices como la iconografía precolombina en general, especialmente la azteca y las inscripciones mayas. Además, existen los relatos de los conquistadores españoles, los misioneros y los hallazgos recientes en arqueología. Algunos autores como Pablo Moctezuma Barragán quisieran atribuir la evidencia a la mala fe de los conquistadores o ver en los códices representaciones simbólicas. Pero esta posición es considerada sin fundamento alguno por la mayoría de los historiadores y arqueólogos, como puede comprobarse en el número de septiembre de 2003 de la revista Arqueología mexicana, publicada como respuesta a la controversia sobre los sacrificios (Arqueología mexicana es la revista oficial del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México). Los hallazgos arqueológicos dan cuenta de la historicidad de los sacrificios. Ni siquiera los eruditos que más defienden la causa del indigenismo, como Miguel León-Portilla, niegan la historicidad del sacrificio humano en Mesoamérica, como se comprueba en el mencionado número de Arqueología mexicana, pero critican el abordaje "amarillista" de muchas publicaciones.
En Japón, el tipo de sacrificio humano más común fue la práctica de enterrar vivo a la víctima debajo de diques, puentes, y castillos, como una oración a los dioses.
Texto extraido parcialmente de Wikipedia
Antes que nada aclaro...
Muchas gracias por leer, y hasta pronto!!
Carlos.